En total incertidumbre se encuentran los propietarios de las plantas especiales de sacrificio avícola en el departamento de Santander, debido a la falta de recursos económicos para cumplir con los requisitos que les exige el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) para su funcionamiento legal.

De acuerdo con voceros del gremio Avícola, la crisis económica surge a raíz del requerimiento que hace el Invima a las plantas especiales de sacrificio de aves, por medio del Decreto 1500 de 2007, en el que, entre otras cosas, exige la presencia de un inspector sanitario enviado por esta autoridad, pero que deben pagar los mismos microempresarios.

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