Líderes de la comunidad de la zona rural de Sabana de Torres, especialmente la que se encuentra en las riberas del río Lebrija, destacaron los trabajos que por estos días se adelantan para contener la fuerza de las aguas en temporada de lluvia.
Y es que hace apenas un par de meses, cientos de hectáreas quedaron bajo el agua, lo cual generó pérdidas incalculables para los campesinos no solo de la parte plana, sino de sectores que históricamente no sufrían con las lluvias.
Campesinos de veredas como Magará y Barranco Colorado fueron los más afectados, ya que de ninguna manera pudieron evitar que el río pasara a sus parcelas.
De ahí la importancia de los trabajos que se adelantan desde el mes pasado, que buscan taponar cuatro puntos críticos en Sabana de Torres, donde seguramente en menos de dos meses las lluvias serán la constante, según pronósticos del Ideam.
Cabe señalar que la Unidad de Gestión de Riesgo de Desastres verificó previamente los sectores erosionados, para atender los de mayor complejidad.
“Avanza satisfactoriamente el proceso de recuperación del jarillón, Junto a la Gobernación de Santander realizamos trabajos en los sectores de Barranco Colorado, Aguas Negras y San Luis de Magará, donde hubo rupturas que fueron ocasionadas por la ola invernal.
Por fortuna se logró gestionar el apoyo de la maquinaria ante el Departamento y la Unidad de Gestión de Riesgo de Santander, lo cual hizo posible avanzar con los trabajos en estos meses secos”, informaron desde la Alcaldía de Sabana de Torres.
Según agregaron desde el municipio santandereano, ya se intervino en su totalidad uno de los puntos, como fue el de Magará y en este momento se avanza en los otros tres.
Los líderes por su parte argumentaron que son obras importantes, pero esperan que la próxima temporada húmeda no traiga la misma intensidad que la de noviembre de 2020, cuando llovió mucho más de lo esperado.
POR: VANGUARDIA