Taxistas y buseteros del Puerto Petrolero tratan de salir de la crisis, unos con mayor eficacia que otros.
El transporte formal en Barrancabermeja, representado en los gremios de buseteros y taxistas, navega en dos aguas muy distintas en medio del océano de dificultades que representó la pandemia del coronavirus para este sector.
Mientras las tres asociaciones de taxistas suman fuerzas y apuntan sus miradas a la ejecución de proyectos productivos a gran escala, con ayuda del Forcap, los buseteros están a punto de tirar la toalla, ya que dicen que los protocolos de reactivación no han hecho otra cosa que ahondar su crisis económica.
Rosemberg Moreno fue uno de los líderes del ‘gremio amarillo’ que pensó en asesoría.
Las tres asociaciones vinimos hacia el Forcap con el fin de lograr apoyo para ejecutar dos proyectos productivos, que permitan garantizar una economía estable y que permitan generar valores agregados para nuestra población.
Pensamos es la creación de talleres que presten el servicio de mantenimiento a nuestros vehículos, en la parte eléctrica, automotriz y de refrigeración, pero también está la idea de formalizar la creación de una Serviteca, que preste el servicio integral al parque automotor de la ciudad. En ese entendido tenemos que unirnos para poder llevar a cabo estos proyectos, a la idea de reinventarnos”, dijo el transportador.
Funcionarios del Forcap explicaron que “hemos atendido el llamado del gremio de taxistas de Barrancabermeja para escuchar sus necesidades y poder tenderle una mano para orientarlos en el tema complejo sobre su reactivación”.
Buseteros no levantan cabeza
La parte amarga de esta reactivación la viven los buseteros, ya que según explicó Jorge Hormiga, gerente de la empresa San Silvestre, la prueba piloto para volver al ruedo “ha sido un desastre”.
“La producción de nosotros depende del número de pasajeros que el vehículo transporta. Hay protocolos que debemos cumplir, sin embargo, vemos que en las motos no hay ningún distanciamiento social y el mototaxismo rueda a sus anchas, aun cuando estas normas de bioseguridad son de carácter nacional, pero en Barrancabermeja no se cumplen y siguen trabajando a diestra y siniestra.
Eso nos tiene bastante perjudicados en la parte económica”, dijo el empresario.
Tomada. Vanguardia.