Con las cinco camas de la UCI del Hospital Manuela Beltrán del Socorro llenas con pacientes con patologías diferentes, Horacio Rodríguez Rueda debió esperar hasta que su trámite fuese aprobado en Bucaramanga.

Dos muertos y dos contagiados es el saldo que dejan los últimos dos días para el Socorro en materia de COVID-19. Ayer, una mujer de 88 años, que estaba internada en la zona de aislamiento del Hospital Manuela Beltrán falleció por la enfermedad.

La defunción de la mujer se presentó 24 horas después de la muerte de Horacio Rodríguez Rueda, que oficialmente se convirtió en la primera víctima mortal de esta enfermedad en la capital comunera y cuyo hecho prendió las alarmas entre la comunidad por la aparente falta de recursos médicos para atender esta clase de pacientes.

El Socorro suma de esta manera siete casos de COVID-19, con dos muertes, cuatro en aislamiento y un recuperado.

El caso de Rodríguez

A las 2:00 de la mañana del pasado miércoles las dificultades respiratorias aumentaron y el cuerpo médico decidió que Horacio Rodríguez Rueda necesitaba ser trasladado a una Unidad de Cuidados Intensivos, UCI, para conectarlo a ventilación mecánica. Esto, nunca sucedió.

Con las cinco camas de la UCI del Hospital Manuela Beltrán llenas con pacientes con patologías diferentes, con una neumonía viral severa ocasionada por el COVID-19, debió esperar hasta que su trámite fuese aprobado en Bucaramanga.

Contando los minutos por un traslado que ya había sido aprobado, la salud de Rodríguez, a quien todos conocían como Chacho, siguió deteriorándose, mientras el equipo médico trataba de mantenerlo estable para el viaje.

A las 2:00 de la tarde, con uno de los cubículos de la UCI ya desocupados, el cuerpo asistencial del Hospital Manuela Beltrán empezó a trasladar el ventilador mecánico y todo el equipo requerido hacia la zona de aislamiento donde estaba Rodríguez.

Pablo Cáceres Serrano, gerente del hospital, indicó que este procedimiento se hizo debido a la imposibilidad que había de trasladar al paciente hacia la UCI del hospital por el riesgo de contagio y atendiendo a que en ese momento su traslado era inminente.

Sin embargo, las fuerzas de este hombre no aguantaron el embate de la enfermedad viral y su salud presentó un deterioro muy acelerado en las horas siguientes, según el reporte oficial.

De acuerdo con la información suministrada por el equipo médico del Hospital, liderado por Cáceres, el paciente estuvo consciente gran parte del tiempo, comunicándose con su familia a través del celular.

Precisamente, la familia de la víctima, denunciando que hubo falta de atención, aseguró que Chacho habría sufrido un paro cardiaco cuando intentaban llevarlo a la ambulancia y en ese momento lo habrían entubado. Pero luego sufriría otro infarto del que no salió.

El informe oficial señala que luego de ser conectado al soporte ventilatorio e inotrópico “sin presentar mejoría de los parámetros vitales y presenciando parada cardiaca, se inician maniobras avanzadas de reanimación sin respuesta a las mismas y declarándose paciente que fallece por choque séptico, sepsis de origen pulmonar, neumonía viral en paciente con covid-19”.

Rodríguez falleció sobre las 5:00 de la tarde del miércoles, 15 horas después de haber solicitado el ingreso a la Unidad de Cuidados Intensivos, UCI.

Un entierro, el foco del contagio

Chacho, como le decían sus amigos y sus clientes a los que atendió hasta hace una semanas en su venta de pescado en la plaza de mercado del Socorro, había publicado en sus redes sociales el pasado 25 de mayo el resultado negativo de la prueba para COVID-19 que le había sido tomada por la Secretaría de Salud Departamental cuatro días antes.

Este hombre hizo parte del cerco epidemiológico que se desarrolló en el municipio a causa del primer caso positivo que se reportó en el Socorro.

En su momento, el equipo epidemiológico de la Secretaría de Salud de Santander tomó 44 muestras que estaban relacionadas con el contagio del hombre de 66 años que habría recibido la visita de una persona de Bogotá, que asistió al entierro de un socorrano que falleció en un accidente de tránsito en una vía nacional el pasado 10 de mayo.

De acuerdo con la información que se divulgó sobre este hecho, el cuerpo de la persona que falleció en el accidente de tránsito fue acompañado en caravana por los transportadores hasta la capital comunera y el entierro habría sido muy concurrido, a pesar de la cuarentena que para ese momento ya estaba vigente.

A Rodríguez le practicarondos pruebas para determinar si tenía COVID-19. La última dio positiva y su resultado la familia lo conoció el pasado 7 junio.

Desde que quedó aislado en el hospital, a Chacho solo lo vieron las enfermeras y los médicos. Su familia no lo volvió a ver, se hablaron por celular y ahora esperan la entrega de sus cenizas.

Una UCI con pocas camas
El hospital del Socorro, al igual que los del resto de Santander, están a la espera de las dotaciones de camas críticas prometidas por el Gobierno Nacional.
Tras el cierre de la UCI San Gabriel en plena pandemia y la falta de solución administrativa y judicial -que tiene hasta una orden de desalojo en el historial- los servicios de cuidado crítico para los residentes de Socorro y todos los residentes del sur de Santander se vieron seriamente deteriorados.
Sin la San Gabriel, el Socorro dejó de tener 13 camas de adulto de cuidado crítico disponibles, además de las pediátricas, fundamentales para atender a pacientes como Horacio Rodríguez Rueda, que necesitaba soporte mecánico
Tomada: Vanguardia.
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