Muchos recuerdan el sobrepeso con el que jugaron figuras como Maradona, Cassano, Adriano o Ronaldinho.
Por: AFP
La báscula dará el veredicto. Futbolistas y otros deportistas de alto nivel temen los efectos que pueden tener sus semanas de confinamiento por la pandemia del nuevo coronavirus cuando tengan que bajar de peso o recuperar la forma física.En la historia del fútbol muchos recuerdan casi como una imagen entrañable el sobrepeso con el que jugaron en algunos momentos de su carrera figuras como Diego Maradona, Antonio Cassano, Adriano o Ronaldinho.
Los kilos de más suelen ser un problema para algunos deportistas después de las vacaciones, pero esta vez la causa no será un exceso de caipirinhas en una discoteca sino las delicias de la comida casera y la tentación de tener el frigorífico cerca, sumado a una actividad física reducida.«Yo sigo el programa de ejercicios que el club nos ha enviado, pero no es lo mismo que un entrenamiento colectivo. Tengo que tener cuidado para no engordar. A mi esposa le gusta cocinar y a mí me gusta comer, es una combinación peligrosa. En casa tenemos muchas galletas para los niños y las como cada vez que tomo un té«, admite el mediocampista galés de la Juventus Aaron Ramsey.
Con la degradación de los entrenamientos y el mantenimiento del aporte calórico, los deportistas tienen el riesgo de una pérdida muscular y un aumento de la masa grasa, algo contra lo que combate por ejemplo Xavier Frezza, un preparador físico que trabaja con futbolista profesionales.
‘Lo gestionan bien’
«Los deportistas hacen mucha actividad física, así que tienen una alimentación bastante rica, ligada a su disciplina. Si su actividad es más ligera, como ocurre ahora, y conservan el mismo régimen alimentario, caen en una trampa. Pueden ganar rápidamente un poco de peso, combinado con una falta de forma física«, explica este experto.
La amenaza es especialmente seria para los deportistas con planes nutricionales preparados para entrenamientos intensos, como ocurre por ejemplo con los nadadores.
«Mi gran problema es la comida porque soy un glotón», explicaba el nadador Florent Manaudou a la AFP al principio del confinamiento, que en Francia comenzó a mediados de marzo. «Quiero mantenerme en forma porque sé que si no el regreso al agua será difícil«, señaló.
Por contra, muchos deportistas tienen la costumbre de tener cuidado con su peso, sea para mantener su rendimiento o para entrar dentro de los estándares en los deportes en los que la estética importa. O incluso para ser autorizados a competir en categorías que se dividen por pesos, explica Eve Tiollier, nutricionista en el INSEP, el Instituto Nacional del Deporte francés.
«Por el momento, lo gestionan bien y el indicador que tenemos -el peso- se mantiene relativamente estable. Tienen un programa de entrenamiento y no veo signos de que la ansiedad o el aburrimiento ligados a la situación tengan un gran impacto en su comportamiento«, añade.
No al régimen
«Después veremos cómo estamos realmente en el momento en el que haya que salir» luego del confinamiento, apunta. Porque lo importante no será tanto el peso, sino el reparto entre masa muscular y masa grasa, que puede desequilibrarse sin que haya modificación cuantitiva en la báscula.
Para Jean-Jacques Menuet, médico del equipo ciclista Arkea-Samsic, los corredores deben conservar «un peso que será compatible con la reanudación de las carreras«.
«Yo autorizo que se gane uno, dos o tres kilos. Sabemos que se puede recuperar un peso de estar en forma, progresivamente, durante las cinco o seis semanas que precederán a la reanudación de las carreras«, añadió.
«Les hago descubrir verduras nuevas, recetas nuevas. Algunos antioxidantes, el zinc, algunas vitaminas, especialmente la vitamina D, tienen propiedades que estimulan las defensas inmunitarias«, explica el doctor del Arkea-Samsic, el equipo en el que corre el colombiano Nairo Quintana.
Pero también hay que tener cuidado con pretender adelgazar en este tiempo de parón, avisa Eve Tiollier: «El mensaje entonces es decirles que tienen que tener cuidado. Sabemos que los déficits energéticos forman parte de los motivos que pueden fragilizar el sistema inmunitario. Y no es el momento para eso».