Los aficionados del fútbol siguen privados de los duelos a nivel mundial.
Por: AFP
El extremo jamaicano Leon Bailey ofrece la victoria al Bayer Leverkusen en el campo del Glasgow Rangers (3-1) en Europa League. Tribunas llenas, gol magnífico. Será el último: el coronavirus se apresta a colocar al continente en una imprevisto paréntesis futbolístico.
Ese jueves, el entrenador del Arsenal, Mikel Arteta, da positivo al coronavirus, el gran Real Madrid es colocado en cuarentena. Al día siguiente, los campeonatos francés e inglés son suspendidos, uniéndose a las ligas española e italiana. Alemania hará pronto lo mismo.
«La protección de la vida humana debe imponerse a cualquier otro interés«, escribe en Twitter el quintuple Balón de Oro, Cristiano Ronaldo, confinado en Madeira, su isla natal.
Cuando los llamados a donaciones florecen, los jugadores comienzan a encontrar alternativas a los entrenamientos, con pesas y máquinas estáticas de bicicleta y carrera. Pronto, las redes sociales se ven inundadas por un inesperado «Stay At Home Challenge» («Quédate en casa, el desafío», donde había que dar patadas a un rollo de papel higiénico sin que tocara el suelo.
El confinamiento llega a todos los lugares. O casi. En Turquía, durante algunos días, se juega todavía. «Si se suspende el campeonato no encontraremos jueces suficientes para los divorcios que habrá», lanzó el presidente del Trabzonspor. Frente a este atentismo, su jugador John Obi Mikel rompe su contrato: «No me siento cómodo«, afirma.
– Eurocopa aplazada –
El 17 de marzo, por primera vez en la historia, la Eurocopa es aplazada un año.
«Este virus, es la peste«, lanza el 22 de marzo el presidente de Brescia, favorable a une interrupción definitiva de los campeonatos europeos.
La guerra del calendario comienza. En ese momento, Europa espera todavía terminar los campeonatos el 30 de junio. Hipótesis pronto olvidada.
Algunas estrellas del fútbol deciden confinarse en sus países, como Neymar, en su amplia y lujosa casa de Mangaratiba, al sur de Rio. Y se exponen a las críticas de los internautas.
Sin los partidos ni sus resúmenes, existen los videojuegos. Ante miles de aficionados en línea, el centrocampista del Real Madrid, Marco Asensio, gana un torneo virtual entre estrellas de la Liga española.
Las instancias deportivas, por su parte, hacen sus cuentas y llegan las medidas extremas ya que pronto la inmensa mayoría de los clubes reducirán la remuneración de sus jugadores, entre el desempleo parcial y acuerdos salariales.
Por otra parte, los poseedores de derechos televisivos, interrumpen sus pagos. Durante este tiempo, sus telespectadores se tienen que conformar con redifusiones.
El aburrimiento se adueña de aficionados y jugadores. «He estado cerca de volverme loco», lanza el belga Romelu Lukaku. La prensa informa también de las historias de futbolistas que rompen su confinamiento, como el defensa del Manchester City, Kyle Walker, quien, aunque se quedó en casa, no se privó de invitar a la misma a dos prostitutas, antes de excusarse.
– Héroes anónimos –
Otros actores del fútbol se convierten, al contrario, en héroes. Como Iragartze Fernández, una árbitra semiprofesional, enfermera en Bilbao. «No soy SuperWoman, hago un esfuerzo como todo el mundo«, explica a la AFP.
Para los aficionados, es duro. «Comienzo a estar en un estado de que me falta algo«, confía a la AFP un ultra del PSG. Algunos ponen su energía al servicio de operaciones de apoyo.
Un acto de gran originalidad se da en Dortmund, donde los aficionados simulan sus consumiciones de día del partido comprando cervezas y salchichas virtuales en los bares y restaurantes de la ciudad.
En Bielorrusia, las cervezas son reales y el balón circula: el presidente Alexandre Lukachenko rechaza las medidas de confinamiento, denunciando una «psicosis».
Pero la enfermedad está ahí y se lleva a Lorenzo Sanz, expresidente del Real Madrid, a Pape Diouf, figura del Marsella, o a la madre del técnico del Manchester City, Pep Guardiola, mientras que el exportero argentino Hugo Gatti, estuvo hospitalizado en Madrid.
Pese a que los dramas se acumulan, el fútbol quiere reanudarse. En Alemania, los jugadores del Bayern regresaron a los entrenamientos el 6 de abril, respetando las distancias y privados de duelos por el balón.
Los aficionados del fútbol siguen privados de esos duelos a nivel mundial.